Me puse a llamar a toda la gente que conozco que tiene una conexión siquiera remota con el mundo del cine, y he llegado al punto en el que estoy llamando a cualquiera que haya visto una película.
Así reza una clásica anécdota del negocio. El protagonista de ella buscaba contactos para vender un guion. Con todo, al final se las apañó para colocar un par de ellos en preproducción.
Debe quedar claro que tú, el guionista, debes dedicar una buena parte de tu vida a la búsqueda de todo tipo de soluciones para obtener dinero por tu guión. Es decir, debes empezar a comportarte como un productor. Tu propio productor.
Incluso si piensas que no vales para hacer marketing y promociones, tendrás que empezar por venderte a ti mismo antes de empezar a pensar en vender tu obra. Y no, no estoy hablando de prostituirte de ninguna forma (aunque, espera un momento…).
De lo que hablo es de la importancia de crear una red de contactos. Lo cual significa que lo más importante para el éxito de todo guionista es la cantidad de contactos útiles que es capaz de conseguir.
Muy probablemente, de primeras, si eres un aspirante a guionista, pensarás: “¡Vaya, no conozco a nadie relacionado con el mundo del cine o la televisión!”.
Y yo te diría: piénsalo otra vez.
Porque quizá tú personalmente no conozcas a nadie en ese mundo. Pero es probable que algún conocido tuyo lejano sí.
Así que, lo primero que vas a hacer es pegar tu culo al asiento y empezar a elaborar esa lista
de posibles contactos.
Comienza con la gente que recuerdas del colegio y ve avanzando desde ahí hasta el presente. Piensa incluso en esos amigos o familiares de los que recuerdas vagamente que te hayan dicho algun día que conocían a alguien del mundillo, aunque fuera muy someramente. Puede ser alguien cuyo hermano hiciese un curro de doblaje para una serie. Puede ser alguien cuyo amigo conociese a tal o cual director. Puede ser un amigo de una amiga de tu hermana que tuvo una vez un papelito en una telenovela… Debes forzar a tu memoria y, como un detective de película, buscar y localizar a esa gente.
Una vez que tienes una lista exhaustiva, debes empezar enseguida con las llamadas. Casi seguro que al final, tras horas o incluso días, conseguirás el teléfono de alguien que trabaja o ha trabajado para la industria. Él o ella es la persona con la que debes quedar y a la que intentar venderte como ese guionista profesional que eres.
Debe subrayarse que para esa ocasión lo mejor será que tengas listos al menos dos guiones de largometraje. Aparte, deberías haber recopilado antes de la cita cuantas otras ideas tengas “en diferentes fases de desarrollo”, lo cual puede significar cualquier cosa, desde un simple logline resumiendo el concepto hasta un tratamiento de diversa longitud que puede ir de las dos a las cuarenta páginas. Doy por sentado que conoces estos términos que se encuentran por todas partes en los libros sobre guión que has comprado o sustraído.
¿Y por qué, te preguntarás, debes tener todo preparado sólo para una charla con alguien que seguramente no va a ser el productor, director o agente que necesitas? Bueno, pues sólo porque ello dará una imagen de profesionalidad a ti y a tu trabajo. Lo cual hará más fácil a tu contertulio el decidirse a recomendarte al productor, director o agente que conoce.
Asimismo, es recomendable debido a que desde este punto todo resulta mucho menos predecible. La persona con la que estás hablando puede decidir, allí y entonces, llamar a alguien de quien acaba de acordarse en ese mismo momento (quizá algún productor o director). Y puede ocurrir (como ha ocurrido) que tal productor o director se ponga al teléfono en ese mismo instante. Y puede suceder (como de hecho sucede a veces) que el susodicho productor o director te pida un logline o incluso un breve pitch de tu guión. Ahí mismo, al teléfono. Sí, ha ocurrido.
En ese caso, recomiendo encarecidamente que aceptes el reto al momento y no empieces con excusas o intentes posponerlo para una reunión o una llamada telefónica otro día. Eso sería un fracaso asegurado. Toma ese tren. Ahora. Porque está saliendo y no va a volver.
Por eso es por lo que debes estar siempre preparado. Porque nunca se sabe.
Ha ocurrido antes.
Por supuesto que todos los pasos antes mencionados tienen sentido en caso de que tu tío o tu cuñado no sean un productor o un director de éxito. En cuyo caso –que es la forma más segura de que el guión de uno tenga posibilidades- confío en que sabrás qué hacer.
Leave a Reply